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Voy a regresar a la escuela. Lo digo en sentido figurado, porque lo que voy a hacer es repasar diversos recuerdos escolares lo cual incluye anécdotas, libros, materias y documentos que me vaya encontrando.
¿Por qué? No lo sé. De pronto me surgió la curiosidad de hacer un repaso por todo eso el cual se acrecentó con el nacimiento de mi hijo.
Por otro lado, esta idea se vio reforzada por algunas situaciones “mediáticas”. Una de ellas tenía que ver con el surgimiento de los influencers y youtubers y el hecho de que estos creadores de contenido de pronto surgieron a la fama saltándose los pasos que tradicionalmente uno debía llevar. Prácticamente ellos surgieron de la nada. Supongo que todos ellos se sintieron merecedores, por nacimiento, de ser escuchados.
Y ahí tenemos cientos de creadores de contenido que en su mayoría no están preparados académicamente y sin embargo, poseen audiencias que ya quisieran tener la mayoría de escritores, comunicadores, periodistas, artistas y más creadores. El escritor y ensayista Alessandro Baricco compararía este fenómeno con la destrucción del imperio romano por los bárbaros, en el libro de ensayos llamado precisamente Los bárbaros, aunque se refería a la llegada de internet y Google, pero no hablaba de influencers ni youtubers.
La otra se relaciona con una entrevista realizada al actor Odín Dupeyron, en donde éste revela que no terminó la prepa y que nada de lo que vio en la escuela le ha servido para la vida.
Lo anterior no tiene nada malo, pero llama la atención porque Odín ha fundado su éxito y reputación con base en su filosfía de vida, la cual transmite en sus obras, conferencias y libros. Y… ¿acaso los filósofos no son tipos estudiados que hablan acerca de la vida? Bueno, no todos pero al menos algunos, como Fernando Savater… Y si no un filósofo, quizá un psicólogo estaría mejor preparado para ayudarnos con nuestra vida.
Y por último, la dinámica de las redes sociales en donde todo mundo opina de todo sin que eso signifique que se tenga conocimiento o método alguno. Más que conversaciones inteligentes, intelectuales y lógicas, tenemos prejuicios, argumentos viscerales y severos problemas de ira, que en general sólo sirven de desahogo para los involucrados.
Y entonces… ¿qué pasó con la escuela? ¿Para qué nos sirve? ¿Es sólo un mero trámite? La respuesta obvia es no, pero siento que estoy respondiendo en automático, siento que también he entrado en esta dinámica visceral de las redes sociales; sólo me he quedado con lo que he aprendido durante mi vida laboral (reseñas, artículos, entrevistas, reportajes… ). Ya casi ni recuerdo lo que aprendí en la prepa, un poco más sobre aquello que vi en la universidad, pero en general, la escuela parece un mundo lejano para mi.
Creo en la educación, sobre todo aquella que se nos da en la escuela, a pesar de algunos maestros mediocres, a pesar de planes de estudio diseñados por el gobierno que nos enseñaron que los mexicanos hemos sido víctimas toda nuestra historia de fuerzas extranjeras. Algunos más limitados que otros, algunos más brillantes y apasionados, tuve maestros que aportaron mucho en vida y a todos les tengo un agradecimiento infinito.
Es momento de regresar a ese momento y descubrir por qué y para qué aprendí todo lo que en su momento aprendí, luego de horas y horas de materias que ahora son tan ajenas como biología, matemáticas, historia o geografía. Y sobre todo, qué es lo que puedo hacer con todo eso, para mi vida cotidiana e incluso laboral.
Así pues, tomé una nueva libreta, que como muestra la foto de arriba es de Star Wars, en vez de un cuaderno Scribe, y compré una pluma Lammy, fuente, con cartucho de tinta azul, en vez de una pluma Vic de color azul. Buscaré entre mis libros y papeles viejos a ver qué voy encontrando, y revisaré materias que nunca pensé volver a revisar e iré apuntando mis descubrimientos y por supuesto, los compartiré con ustedes. Espero que ustedes puedan hacer lo mismo.
Ya veremos a dónde me lleva este viaje.
¿Ustedes qué opinan de la escuela? ¿La pasaron bien? ¿Sientes que les ha servido? Los leo.
3 comments
Es interesante lo que comentas, Faus, de hecho me pasa lo mismo. He conservado libros desde la secundaria hasta los de la universidad y me resisto a desprenderme de ellos y conservo trabajos de la universidad porque la mayoría me traen varios recuerdos. Es curioso que a lo largo de la vida no conserves más que ciertos conocimientos y con otros haces una especie de “reset”. O los sacas de tu sistema o están en lo más recóndito de tu memoria. Pregúntenme sobre física y es como haberme ido de pinta todas las clases.
Hola Fausto,
Estudié en la ciudad de México en el Colegio las Rosas parte de mi vida. Tres grados arriba estudiaba Angélica Rivera. Era un colegio de monjas muy estricto, en dónde pate de la educación estaba basada en la obediencia de lo contrario eras una pecadora. Odié parte de mi infancia por el lugar en dónde estudié, no era una estudiante feliz, por lo mismo, se me hizo muy difícil llevar buenos grados. Menciono lo de Angélica porque es un claro ejemplo en que puedes estudiar en una escuela muy estricta y llena de principios y lo que al final queda en uno es los valores que uno aprende en casa.
Vivo en Islandia desde hace mucho tiempo, tengo dos hijos en la escuela y aquí la educación es muy diferente.
Clases de deportes todos los días de la semana, dentro del programa educativo y dentro del horario escolar se incluyen clases de natación, futbol, voleybol, música y el aprender a tocar un instrumento musical, así también clases de Carpinteria, cocina y costura desde el primer grado de primaria.
La preparatoria está dividida dependiendo la carrera a la que te quieras dedicar. No son las mismas materias para alguien qué quiere estudiar medicina al que quiere estudia arte.
Lo que recomiendo es que uno busque un colegio no muy grande para los hijos, en dónde haya control más seguro de estudiantes. Yo trabajé como maestra en el colegio americano y sólo por saber inglés más no tengo mi carrera como docente.
Es bueno investigar los estudios del personal y no basarse en el nombre de la institución. No recomiendo un colegio muy caro, es mejor guardar el dinero para mandar al hijo al extranjero en un futuro y asi se aprende una segunda lengua.
Saludos
mi estimado Fausto, creo que tienes la razón, las redes sociales han dado un foro a demasiada gente con mucha frustración, por ejemplo twitter se me hace una red social muy agresiva, creo que lo que comentas de la escuela aplica varias carreras y nos hace ver la falta de revisión de programas académicos los cuales deben ser modernizados, la manera de aprender ha cambiado y el ser autodidacta es el éxito ahora.