Los cantos hablan sobre ángeles que lloran a la orilla de un ojo de agua porque el alma que tenían a su cargo se ha condenado, de demonios que reclaman almas en desgracia o que están enojados porque el señor se las ha arrebatado… En otras ocasiones, los lamentos son ruegos de perdón para que el alma del difunto sea admitida en el cielo.
Las mujeres de la familia son las que cantan e inundan la habitación con su presencia. De vez en cuando, uno que otro varón entra a la sala pero sólo unos minutos; las hermanas de mi abuela, una que otra tía y sus sobrinas, no se han movido de allí en horas y no se moverán hasta el día siguiente.
La habitación donde ahora se encuentra mi abuela me es muy familiar: es el cuarto de mis bisabuelos, donde pasé varias noches cuando íbamos a visitarlos.
Al día siguiente, la procesión a la iglesia… los cantos no cesaban. Luego la misa y de nuevo, procesión hasta el panteón donde entre más cantos y una porra, dejamos a mi abuela, quien por casi dos días se había convertido en una rockstar.
Entre el cansancio, los recuerdos, los rezos, los cantos y el shock de la muerte de mi abuela, me sentía en otro mundo… un mundo mucho más cálido que los velorios de la Ciudad de México, tan solemnes, tan fríos, tan solitarios…
Para el camino de regreso tomé un poco de aquel misticismo, de esos rezos y esos cantos, sin importarme si tendría cabida con el estilo de vida que vivo en esta ciudad.
En fin… regresé de Zacatecas con una gran sensación de tranquilidad que ningún otro velorio me había dado: Estaba convencido de que todos los ahí presentes le habíamos dado tranquilidad a mi abuela. Ella se había ido en paz con ella y con el mundo.
7 comments
Hermosa narracion, hoy recibi noticias de que mi abuela esta muy enferma, y si algo llegara a pasar siendo ella de un pueblo de Toluca creo que sera asi, lo triste esque vivi en florida y no podre estar pero tu narracion me ayuda mucho gracias Faus
Mi Faus, mi abuelo Antonio Ledezma del Real era de Jerez Zacatecas, vivía en la calle Constitución, hace dos años volvi a zac, y ahora la calle se llama san francisco, a una cuadra del Jardín Principal, Jerez sigue igual de bello y m
Un gran escrito. Faus te admiro mucho.
Excelente relato
Las abuelas son el eje y sostén de la familia. Como hija de abuela puedo decirte que de aquí pa’l real será referencia en tus decisiones pues forman parte del devenir de su descendencia. Bello relato, gsr
Gracias, por pasar a comentar. 😀
Holis, recientemente lo leí y me identifiqué plenamente con tu experiencia, Faus. Mi abuelito que falleció hace casi dos años, también era de pueblo en el estado de Veracruz y también yo sentí esa experiencia y me sorprendí por toda la gente que nos acompañó y estuvo en el servicio religioso dado que la familia no es católica y muchos en el pueblo siguen siendo suspicaces ante otras manifestaciones de fe. Mi abue se despidió en paz y bien acompañado. Un funeral muy bonito y tranquilizador.