Debo confesar que, a pesar de que me gusta el género de fantasía, las películas de súper héroes me tienen un poco cansado. Me he divertido mucho con ellas, sobre todo con la trilogía de Batman (Christopher Nolan) y con Deadpool, pero en su mayoría me parecen desechables.
Estoy convencido de que la fantasía, como género narrativo, no suele valorarse como debiera porque se cree que es un género para niños y adolescentes, un género menor, y cuando va dirigido a los adultos es producto de la infatilización.
Creo que la fantasía es un género que da la posibilidad de plantear otros mundos llenos de mensajes que enriquecen nuestra realidad. Pero por supuesto, como en todo, existen obras totalmente desechables, que son la mayoría.
Las personas que rondamos los cuarenta somos más afines al mundo de los súper héroes y los videojuegos, y gustamos de revivir esos productos de nuestra infancia. De hecho, parece que a fechas recientes nos ha dado por volver a hobbies que teníamos en la adolescencia, como la patineta (me declaro culpable).
Por un lado, creo que esta tendencia se relaciona con un cambio de paradigma provocado por los adelantos tecnológicos y la globalización, que dio como resultado la ruptura de un mundo donde dejó de estar claro quienes son los buenos y quienes son los malos, donde los absolutos se perdieron y todo se volvió relativo, y en un abrir y cerrar de ojos nos encontramos un universo con infinidad de opciones que están a un click de distancia.
Por otro lado, creo que también que en su lado negativo, esta tendencia funciona como evasión y nos lleva a una infantilización como lo expone Francisco M. Cataluccio en su libro Inmadurez. E insisto, la mayoría de los productos culturales funcionan de esta manera.
Es importante mencionar que este post inició por un episodio de mi podcast Permanencia Involuntaria donde hablamos sobre las películas más taquilleras del 2016: Las primeras 15 posiciones, al menos, era sólo películas de fantasía o animadas, a diferencia de hace 10 años en que también había películas más “realistas”, y explicamos que esto correspondía a un cambio cultural. Así pues, esta entrada es un agregado al programa, un complemento.
Por último quiero agregar que no reniego del todo de esta tendencia, muero por ver el final de Game of Thrones y de saber si Martin Scorsese dirigirá una película sobre The Joker, pero sí creo que es hora de que los primeros lugares de películas taquilleras vayan teniendo algo de variedad: una que otra película de drama, comedia o acción no vendría nada mal.
- Les dejo el episodio de Permanencia Involuntaria que dio pie a este post: Fantasía, súper héroes y películas taquilleras
1 comment
Yo odio llegar al cine y que se encuentre atascado de gente que quiere ver la nueva de *inserte superhéroe o grupo de superhéroes*, esta nueva moda de las escenas postcréditos que me parece horrenda, los fans que se la pasan contando las referencias y publicando en redes sociales cuanta imagen encuentran de los sets de grabación intuyendo tramas, dando posibles teorías de lo que pueda pasar después y para que al final sea una película que bien pudiste esperar a ver en Canal 5. ¿que si son entretenidas?, si, lo son, pero cada vez que veo esas listas de los próximos estrenos me quiero matar.