Reseña de la cinta Red Social, dirigida por David Fincher y estelarizada por Jesse Eisenberg y Andrew Garfield. Publicada originalmente en Proceso.com.mx el 14/12/2010. Versión del autor.
Para 500 millones de usuarios, Facebook es más que una página que cambió al mundo; es prácticamente un estilo de vida que al cual ya no sólo se accede a través de un ordenador sino también en un teléfono celular.
En The Social Network, David Fincher cuenta la historia del hombre que cambió la forma en que la sociedad con acceso a internet interactúa.
La película, con música de tintes macabros de Trent Reznor (Nine Inch Nails), es la historia de Mark Zuckerberg (Jessee Eisenberg), el millonario más joven, y de su ambición por pertenecer a los clubes más exclusivos de Harvard en un ambiente petulante y discriminatorio, y de su afán por conseguir a una chica, a la cual ha tratado como trapo de cocina.
Fincher consigue transportar lo que parece una cinta de interés para meros usuarios de Facebook, en una historia oscura de trascendencia, poder y traición.
La historia gira en torno a las demandas que sufrió Zuckerberg por parte de tres compañeros de escuela por plagio y por parte de su exsocio Eduardo Saverin (Andrew Garfield), con quien originalmente fundó la compañía, y el que probablemente era su único amigo, pero a quien tiene que ir dejando de lado a la mala, debido a diversos factores, persuadido entre otras cosas por Sean Parker, el creador de Napster (Justin Timberlake, en una gran actuación).
Mark, probablemente un genio computacional, resulta ser un chico sumamente inadaptado, cuya incapacidad para lidiar con la gente lo convierte en un ser sumamente despreciable, capaz de pisotear a todo el que esté cerca.
Lo interesante es que todo comenzó por un rechazo: el rechazo de una mujer, Erica Albright (Rooney Mara), y el rechazo simbólico de un club de Harvard, la universidad donde Mark estudió.
No sabemos de dónde viene Mark, ni tampoco hacia a dónde irá a parar, tanto él como su compañía, pero lo que vemos es suficiente: The Social Network atrapa irremediablemente y nos ata a la ambición y de Mark y sus consecuencias.
Y aunque el retrato del fundador de Facebook que vemos en pantalla sea el de un sujeto sumamente mezquino (en gran medida gracias al espléndido trabajo de Eisenberg), existe cierta indentificación con el personaje y su tragedia: el hombre capaz de conectar a millones de personas, es incapaz de establecer relaciones personales.